Día 20. Restaura el Compañerismo

Si quieres la bendición de Dios en tu vida y que te conozcan como su hijo, debes aprender a ser pacificador. Como fuimos creados para formar parte de la familia de Dios y el segundo propósito de nuestra vida en la tierra es aprender a amar y relacionarnos con otros, trabajar por la paz es una de las habilidades más importantes que podemos desarrollar.

¿Cómo restaurar una relación?

-Hablar con Dios antes que con la persona.
Conversa con Dios acerca del problema. Nadie puede satisfacer todas nuestras necesidades, sólo Dios puede hacerlo.

-Toma la iniciativa siempre.
Dios espera que des el primer paso. En caso de conflicto, el tiempo no cura las heridas, las inflama.

-Sé comprensivo.
Enfócate en los sentimientos, no en los hechos. Comienza con la compasión, no con las soluciones. La sabiduría produce paciencia y se adquiere escuchando otras perspectivas.

Proverbios 19:11
El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa.

-Confiesa tu parte en el conflicto.
A veces la manera en que tratamos un conflicto produce un daño mayor que el problema original. Al resolver conflictos, la manera en que se dicen las cosas es tan importante como lo que se dice.

-Ataca al problema, no a la persona.
Una respuesta amable es siempre mejor que el sarcasmo.

Proverbios 16:21
A la persona sabia y madura se le conoce por su inteligencia. Cuanto más agradable sus palabras, más convincente es la persona.

-Coopera tanto como puedas.

-Haz hincapié en la reconciliación, no en la solución.
La reconciliación se enfoca en la relación, mientras que la resolución se concentra en el problema.

¿QUÉ DEBO HACER HOY PARA RESTAURAR UNA RELACIÓN ROTA?