Eclesiastés 3:1No hay atajos en el camino hacia la madurez. Mientras nosotros nos preocupamos por la rapidez de nuestro crecimiento, Dios se interesa en qué tan fuerte crecemos. La semajanza de Cristo es nuestro destino final, pero el viaje durará toda la vida.
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo.
Este viaje involucra:
- Creer (Mediante la oración)
- Pertenecer (En la comunión)
- Llegar a ser (Mediante el discipulado)
2 Corintios 3:18¿Por qué toma tanto tiempo?
Nuestras vidas gradualmente se vuelven más luminosas y más hermosas mientras Dios entra en nuestras vidas y llegamos a ser como él.
- Somos de lento aprendizaje.
- Tenemos mucho que desaprender.
- Tememos enfrentar con humildad la verdad acerca de nosotros mismos. Sólo en la medida que permitamos que Dios, con la luz de su verdad, ilumine nuestros defectos, fracasos y complejos, podremos empezar a trabajar en ellos.
- A menudo el crecimiento es doloroso y nos asusta. No hay crecimiento sin cambio, no hay cambio sin temor o pérdida, y no hay pérdida sin dolor.
- Desarrollar hábitos lleva tiempo.
- Cree que Dios está trabajando en tu vida aún cuando no lo sientas.
- Ten un cuaderno diario para anotar las lecciones aprendidas.
- Se paciente con Dios y contigo mismo.
¿EN QUÉ ASPECTOS DE MI CRECIMIENTO ESPIRITUAL NECESITO SER MÁS PACIENTE Y PERSEVERANTE?
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