¿Para qué estoy aquí en la tierra?

En la actualidad, una persona vive un promedio de 25,550 días. Si usted es una persona típica, ese es el tiempo que vivirá. ¿No cree que sería un sabio uso de su tiempo apartar 40 de esos días para averiguar qué quiere Dios que haga con el resto de ellos?

A menos que se de por hecho la existencia de Dios, la búsqueda del propósito de vivir no tiene sentido.
¡Les recomiendo que lean desde el primer día! Si desean tener el libro, sólo díganme y se los paso.

sábado, 16 de julio de 2011

Día 10. El corazón de la adoración

Romanos 613
Entréguense a Dios... entreguen todo su ser a él para ser usados para sus rectos propósitos.

El corazón de la adoración es rendirse, entregarse. Es la respuesta natural al asombroso amor y misericordia de Dios. Nos entregamos a él, no por temor u obligación, sino por amor.
Romanos 12:1
Por lo tanto, mis amigos, mediante la inmensa misericordia de Dios hacia nosotros... ofrézcanse a Dios como sacrificio vivo, dedicados a su servicio y agradables a él. Esta es la verdadera adoración que deben ofrecer.
Ofrecerte a Dios es la esencia de la adoración. Este acto de entrega personal es llamado muchas cosas: consagración, hacer a Jesús su Señor, tomar su cruz, morir a uno mismo, entregarse al Espíritu. No importa cómo lo llame, lo importante es que lo haga. Dios quiere su vida – la quiere en su totalidad. Noventa y cinco por ciento no es suficiente. Dios quiere nuestra vida: toda nuestra vida.
Hay tres obstáculos que bloquean nuestra entrega total a Dios: el TEMOR, el ORGULLO y la CONFUSIÓN.
  • Cuanto más nos demos cuenta de lo mucho que Dios nos ama, más fácil nos resultará la entrega. 
¿Cómo sabes que Dios te ama?
  1. Te dice que te ama. Salmo 145:9
  2. Nunca te pierde de vista. Salmo 139:3
  3. Cuida de todo los detalles de tu vida. Mateo 10:30
  4. Te dio la capacidad de disfrutar toda clase de placeres. 1 Timoteo 6:17
  5. Tiene buenos planes para tu vida. Jeremías 29:11
  6. Te perdona. Salmo 86:5
  7. Es cariñoso y paciente contigo. Salmo 145:8
Dios es amante y libertador, y cuando nos entregamos a él obtenemos libertad, no esclavitud. Cuando nos entregamos totalmente a Jesús, descubrimos que El no es un tirano sino un salvador; no es un jefe sino un hermano; no es un dictador sino un amigo.
  • Reconozcamos nuestras limitaciones.
A.W. Tozer
Muchos aún están confusos, buscando; apenas hacen pequeños progresos porque todavía no se han rendido del todo. Todavía pretendemos dar órdenes y entrometernos con la obra de Dios en nosotros.
 Entregarse a Dios no es resignarse pasivamente, no es fatalismo, y no es una excusa para ser perezoso. Tampoco es aceptar el status quo. Puede significar exactamente lo opuesto: sacrificar su vida o sufrir para cambiar lo que necesita ser cambiado. A menudo Dios llama a los que se han entregado, a que hagan batalla por El. Entregarse no es para los cobardes o los inseguros. Tampoco significa dejar de pensar racionalmente. ¡Dios no va a desperdiciar la mente que le dio! Dios no quiere ser servido por robots.
C.S. Lewis
Cuanto más dejamos que Dios tome nuestra vida, más verdaderamente nos convertimos en lo que somos, porque él nos creó. Él inventó todas las distintas personas que hemos sido destinados a ser... Cuando me vuelvo a Cristo, cuando me rindo a su personalidad, recién entonces comienzo a tener mi verdadera personalidad. 
 Otro aspecto de una vida totalmente entregada es la confianza. Abraham siguió la guía de Dios sin saber dónde iría. Ana esperó por el tiempo perfecto sin saber cuándo. María esperó un milagro sin saber cómo. José confió en el propósito de Dios sin saber porqué las circunstancias ocurrieron como ocurrieron. Cada una de estas personas estaba totalmente entregada a Dios.
Mateo 6:21
Donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
Esta es la paradoja: la victoria viene de rendirse. La entrega no nos debilita, nos fortalece. Cuando nos entregamos a Dios, no tenemos porqué temer o rendirnos a nada más.

William Booth
"La grandeza del poder de un hombre depende de la medida de su entrega."

Entregarse no es la mejor manera de vivir, es la única.
E. Stanley Jones
Si uno no se entrega a Cristo, se entrega al caos.
No hay ninguna otra cosa que sirva. Cualquier otro método lo conducirá a la frustración, a la desilusión y a la autodestrucción. El mayor estorbo a la bendición de Dios en tu vida no son los demás, sino tú mismo: tu propia VOLUNTAD, tu ORGULLO obstinado y tu AMBICIÓN personal.
Lucas 9:23
Si alguno quiere seguirme, debe renunciar a las cosas que quiere. Debe estar dispuesto a renunciar a su vida cada día y seguirme. 
Si Dios va a hacer su obra más profunda en usted, El comenzará con esto. Por lo tanto, déselo todo a Dios: sus remordimientos del pasado, sus problemas en el presente, sus ambiciones para el futuro; sus temores, sus sueños, sus debilidades, sus hábitos, sus heridas y sus defectos. Ponga a Jesucristo en el asiento de conductor de su vida y quite sus manos del volante. No tenga miedo; nada bajo el control de El puede ponerse jamás fuera de control.

¿HAY ALGUNA PARTE DE MI VIDA QUE NO LE HAYA ENTREGADO A DIOS?

No hay comentarios:

Publicar un comentario